Discípulo del legendario Tripitaka, es un personaje bastante húmedo y miserable en la novela Viaje al Oeste.
En su día fue el funcionario encargado de los estandartes celestiales y las cortinas ceremoniales. Un día rompió accidentalmente el plato de cristal favorito del Emperador de Jade. Como castigo, fue expulsado del Cielo, transformado en un espíritu de pez atado a la Tierra, atormentado con espadas voladoras y, en general, hecho extremadamente miserable.
La vida no era fácil para los espíritus de pez en aquellos días, especialmente para aquellos tan monstruosos y feos como él. Sandy se ganaba la vida a duras penas en el Río de las Arenas comiendo la carne de los ocasionales campesinos que pasaban por allí. Se volvió taciturno, filosófico y un pesimista espantoso.
La oportunidad de redimirse llegó cuando Guanyin, buscando candidatos heroicos para ayudar a Tripitaka, le convenció para que se hiciera budista. Abrazó la fe y adoptó el nombre de Monje de Arena. Entonces, se embarcó en aventuras hasta la India en compañía de Mono y Cerdito.
Los trabajos especiales de Sandy eran guiar el caballo, lo que hacía con mucha devoción, y luchar contra los demonios, lo que hacía con mucha queja. Cuando por fin terminó la búsqueda, alcanzó la iluminación y fue recompensado con el título de Arhat de Cuerpo Dorado. Ahora pasa su tiempo en el cielo budista practicando austeridades.
Género: masculino