Su verdadero nombre es DEGEI pero todo el mundo le llama Ndengei. Al parecer, no le importa. Vivía solo en el Cielo, aunque compartía espacio de vuelo con Turukawa, un halcón hembra.
Un día, el halcón hizo un nido y puso dos huevos, así que Dios sabe dónde había estado alzando el vuelo. Intrigado, Ndengei se ofreció a hacer de canguro y se quedó asombrado cuando los huevos eclosionaron y salieron una niña y un niño.
Parece que Turukawa se encogió de plumas y se fue volando, así que Ndengei se convirtió en un padre adoptivo sustituto. Les enseñó todo a sus hijos adoptivos y los hizo lo suficientemente sabios como para iniciar la raza humana.
Algún tiempo después, un grupo de hermanos de la primera generación en una práctica de caza abatió un halcón. Este halcón resultó ser Turukawa. Ndengei decidió castigarlos con una inundación, pero era demasiado bondadoso para dejar que se ahogaran.
En su lugar, envió una fruta de shaddock para que la usaran como balsa salvavidas y como merienda para cuando la inundación disminuyera.
Como deidad suprema del día y la noche, tiene un poco de problemas con su tiempo. Cuando duerme, se hace de noche y no puede pasar nada. Desgraciadamente tiende a quedarse dormido porque unos sobrinos le robaron la paloma negra que usaba como despertador.
Se la llevaron porque había entrenado al pájaro para que le dijera que era la hora de dormir cada vez que le apetecía echar una cabezada, que era la mayoría de las veces. Ahora está muy confundido y se pasa todo el día despierto preocupándose, lo que ha provocado que se le quite la luz del día.
Género: masculino