Es el niño maravilla de la mitología griega, un joven superestrella dinámico que destaca en absolutamente todo. Es un personaje que nos asquea a los mortales. El hijo de Zeus y Leto, tiene sus dedos en cada pastel divino. Dios del Sol. Dios de la música. Dios del tiro con arco. Dios de la poesía. Dios de la pintura. Dios de la Profecía. Dios de las Plagas y la Curación. Dios del Bienestar Animal. Dios del Resplandor. Dios del Arado. Y mucho más.
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Además, tiene una belleza y virilidad inigualables. Lo que sea, lo tiene. Pero no es del todo el Sr. Buen Tipo que nos quiere hacer creer. Hay mujeres a las que persiguió que no quieren hablar debido a la transformación o algo peor. Dafne es ahora un árbol de laurel y Clytia es un girasol.
Las muertes repentinas no son raras cuando él está cerca y no intentes competir con él musicalmente. Está muy bien que te toquen vivo, pero no que te desollen vivo como al pobre Marsyas. O que te den por culo como al pobre rey Midas. Casandra tampoco tuvo otra oportunidad, ni fue muy agradable con la Sibila de Cumas, concediéndole la inmortalidad pero omitiendo la cláusula de la edad.
Su hijo Asclepio fue el resultado de otro desafortunado desliz. Habiendo tenido un romance con la hija mortal de un rey, Apolo se consumió de celos cuando descubrió que ella tenía otro pretendiente y, fuera de control, la mató. En un arrebato de remordimiento, llegó justo a tiempo para rescatar a su hijo nonato y hacerlo crecer con la mejor educación para que se convirtiera en Asclepio, el Médico de la Deidad.
Encontró su pareja en Zeus, y una disputa por el poder le valió un periodo de exilio; pero como Zeus había zapateado a su hijo Asclepio, zapatear a los cíclopes fabricantes de rayos parece justificable. Puede ser muy duro estar en la cima y, en general, Apolo lo maneja muy bien con Zeus siendo su padre, teniendo a Artemisa como hermana gemela, etc.
Género: masculino