Gobierna el Olimpo, el elevado país de las nubes donde viven los dioses griegos y miran a la humanidad. Es un verdadero piloto, un campeón olímpico, que lucha con los gigantescos Titanes, lanza rayos y se dedica a todo tipo de gloriosas actividades divinas.
Cuando nació, su padre Cronos estaba aterrorizado por el impresionante poder del bebé Zeus. Estaba tan preocupado de que Zeus pudiera derrocarlo que se lo tragó. Y vivió para lamentarlo. Le tocó a Amaltea (y a su cabra) proteger al incipiente superdios mientras aprendía a caminar, a hablar y a gobernar el universo. Desde entonces, nunca ha mirado atrás.
Zeus está casado con la sufrida Hera, pero pasa la mayor parte de su tiempo deseando a las diosas, a los mortales, a los animales y, de hecho, a cualquier cosa que se mantenga quieta el tiempo suficiente.
Es difícil estar en la cima siendo el dios irresistible más fantástico de todos los tiempos y tener que demostrarlo constantemente. Y nunca una noche tranquila con pantuflas y una taza de cacao porque también tiene que mantener contenta a su sufrida esposa Hera. Sus pruebas y tribulaciones constituyen la base de la mitad de las entradas griegas de nuestra base de datos.
Zeus ha tenido tantas amantes y ha engendrado tantos hijos que no tiene sentido hacer una lista aquí. Sólo tienes que creer en nuestra palabra. También puedes ver a Cronos, Rea, Hefesto, Atenea... y de hecho la mayoría de los otros dioses griegos.
Pasando a asuntos más divinos, Zeus también era conocido por los antiguos griegos como Epifanes, el Magnífico, cada vez que una determinada estrella aparecía en el este. Esto se celebraba con piph-ups conocidos como epifanías.
Cuando no va detrás de diosas núbiles en forma de animal lujurioso, Zeus cuida de la ley, defiende la justicia y lanza rayos sobre aquellos que lo merecen.
Género: masculino