Esta es una historia muy desagradable y no la elevación de los ideales que se espera de Godchecker. Ulgan, deseando empezar con su Proyecto de Creación, hizo a Erlik de un trozo de barro para usarlo como mano de obra gratuita.
Su boca hizo un excelente hod. Pero Erlik tenía otras ideas. Mientras Ulgan se dedicaba a hacer muñecos de arcilla, escupía sus propios vertederos llenos de baba y saliva.
Mientras tanto, Ulgan se había quedado sin mezcla vital. Como no quería dejar la obra vulnerable a los ladrones, se consiguió un perro guardián mientras iba a reponer provisiones.
Deseando jugar con las muñecas, Erlik intentó sobornar al perro con un hueso de barro. Pero el perro se limitó a gruñir. Entonces, en un arrebato, Erlik escupió por encima de la valla y cubrió todos los muñecos de una asquerosa baba.
Al volver, Ulgan se enteró de lo que había pasado y dio la vuelta a todos los muñecos. Por eso estamos babosos por dentro pero secos por fuera, lo cual, pensándolo bien, no es malo. Para darle una lección a Erlik, Ulgan lo arrojó al Inframundo, pero Erlik consiguió llevarse de contrabando algunos de los muñecos.
Dejado a su aire, los volvió a poner del revés, por lo que los muertos se vuelven tan viscosos por fuera y secos por dentro.
Género: masculino