Su poderoso hermano Obatala, la élite de los Orishas, recibió el encargo de construir la Tierra. Para que empezara, su padre Olorun, el Dios del Cielo, le dio un puñado de barro, una cadena, una gallina de cinco patas e instrucciones detalladas.
Pero como tantos constructores a lo largo de la historia, Obatala no se presentó a la hora prevista. En su lugar, se había ido a una fiesta.
Viendo su oportunidad de alcanzar la fama y la gloria, el descarado hermano pequeño Oduduwa robó los materiales de construcción sagrados e intentó crear la Tierra él mismo. Pensó que se trataba de una obra de bricolaje a gran escala.
Asesorado por un simpático camaleón, bajó la cadena por el borde del cielo, descendió y arrojó el trozo de barro al mar primitivo. El pollo de cinco dedos saltó sobre el barro y comenzó a rascarlo en todas direcciones.
Pronto hubo un paisaje de tamaño decente y así nació la Tierra. Para un constructor aficionado no estaba mal. De acuerdo, era un poco áspero en los bordes y algunas de las montañas no estaban rectas, pero al menos el trabajo estaba hecho a tiempo.
Olorun estaba tan satisfecho con su hijo que lo ascendió a Dios de la Tierra, mientras que su hermano mayor Obatala se hundió en la desgracia y se vio obligado a crear la humanidad como castigo.
Oduduwa bajó después a la Tierra para gobernar al pueblo yoruba, convirtiéndose en su primer rey, héroe popular ancestral y legendario experto en mejoras del hogar.
Nota de Dios: ODUDUWA se confunde a menudo con la diosa femenina Odudua pero, hasta donde podemos decir, son deidades totalmente diferentes.
Género: masculino