Son criaturas asquerosas y escurridizas nacidas de Adro, el malvado Dios Serpiente del Agua.
Suelen esconderse en los ríos y detrás de las rocas, al acecho de los inocentes humanos. Si pasas por delante de una por la noche, ¡cuidado! La espeluznante criatura te seguirá hasta tu casa, lamiéndose los labios.
Hagas lo que hagas, no te des la vuelta. Si te asomas detrás de ti, ya estás harto. Mantén la vista fija hacia adelante y finge que no pasa nada. Esa es la única manera de estar a salvo.
Género: masculino