Conocido como El Costroso, era débil, enfermizo y deleznable. Pero su modesto coraje le llevó a conseguir el ascenso definitivo como recompensa a su fortaleza.
Nanautzin comenzó siendo el más pequeño y feo de los dioses, pero cuando se produjo la vacante de Sol, aprovechó la oportunidad para mejorar su suerte. Vestido con humildes cañas, se presentó a la entrevista para descubrir que sólo otro candidato había solicitado el puesto. Posiblemente porque el candidato ganador debía someterse a un sacrificio en la hoguera divina.
Bueno, pensó, ¿qué puedo perder? Sólo había sido invitado a asistir porque había hecho buenas obras y dado maíz a los humanos.
Su rival era el elegantemente vestido y terriblemente arrogante Tecciztecatl. Pero en cuanto se encendió el fuego, Tecciztecatl se acobardó, dejando que el valiente Nanautzin saltara a las llamas y se convirtiera en el glorioso sol.
Desde entonces se le conoció como Tonatiuh y se volvió bastante arrogante...
Género: masculino