El oscuro y no tan apuesto hermano de Quetzalcóatl, tiene una tarea bastante importante: guiar a los muertos al Mictlán, el inframundo azteca.
Encontrarte con un muerto no es divertido. ¿Qué se supone que debes hacer? ¿A dónde vas? Es muy confuso y nadie te dice nada. Lo último que necesitas es la falta de orientación.
Xolotl al rescate. Se le puede ver en el cielo nocturno como Venus, así que sólo tienes que seguir la Estrella de la Tarde. Y si te quedas atascado, ten cuidado con sus útiles rayos. Dos rayos a la izquierda, un rayo a la derecha y todo recto hasta llegar al infierno.
Desde allí arriba también echa una mano para ayudar al Sol en su arduo viaje por el Inframundo cada noche.
A pesar de todas estas buenas acciones, a XOLOTL le persigue la deformidad, tiene una cabeza de sabueso. Una particularmente fea también. Además, los pies de su cuerpo esquelético corren hacia atrás por lo que le cuesta saber si va o viene.
Normalmente, Quetzalcóatl se lleva toda la fama y la gloria, pero creemos que su hermano menos conocido, Xólotl, merece un descanso. La próxima vez que veas a la Estrella de la Tarde, salúdala con alegría. Después de todo, lo necesitarás cuando estés muerto.
Género: masculino