Por alguna razón realmente guarda rencor a los humanos. Intentó todos los trucos sucios para impedir que Gautama difundiera su mensaje de iluminación, incluso enviando a sus propias hijas para seducirlo y alejarlo de su misión.
Sin embargo, el Buda se limitó a sonreír y lo mandó a paseo con un simple gesto de mano que acababa de inventar para repeler a los demonios.
Género: masculino