Fue el primer rey tibetano, un gobernante legendario que descendió del cielo. Era una figura de aspecto extraño, con manos de anfibio y párpados de lagarto. Naturalmente, se le adoraba como a un Dios, aunque probablemente sólo era un extraterrestre visitante.
Esta teoría es más válida de lo que se piensa: bajó a la Tierra con una cuerda increíblemente larga que mantenía permanentemente atada a su nave espacial invisible...
Esta cuerda parece haberle suministrado medios vitales de soporte vital, además de poder utilizarla como salida de emergencia al reino celestial, lo que hizo en numerosas ocasiones.
De hecho, parece que fue el primero de los muchos reyes celestiales tibetanos que bajaron a la Tierra con una cuerda. No había nada que los detuviera.
Esta práctica llegó a su fin de forma abrupta cuando la cuerda fue cortada accidentalmente por el séptimo Rey Celestial, Drigum Tsenpo.
Género: masculino