Uno de los personajes principales de la legendaria novela Viaje al Oeste, era uno de los discípulos de Tripitakas.
El mariscal era por naturaleza un espíritu sensual, que deseaba a los ángeles y se atiborraba de comida en cada oportunidad. Siendo un buen general, sus indiscreciones eran generalmente pasadas por alto, hasta que un día engulló demasiado vino de melocotón y se portó mal con Cambio, diosa de la Luna.
Sus insinuaciones borrachas no fueron bien recibidas por la casta diosa. Ella armó tal escándalo que los guardias armados agarraron al capitán borracho y lo llevaron ante el Emperador de Jade. El castigo fue rápido, y el Mariscal fue expulsado del Cielo.
Al aterrizar en la Tierra, descubrió que había sido convertido en un monstruoso y feo espíritu de cerdo, con hocico, cola rizada y colmillos de jabalí. Se suponía que esto le enseñaría una lección. Pero no funcionó. Su naturaleza lujuriosa se multiplicó y pronto se deleitó en los comederos y persiguió a las mujeres bonitas por todo lo que valía.
Entonces llegó Guanyin, que le ofreció la salvación a condición de que se hiciera budista y ayudara a proteger al joven monje Tripitaka. El ex jefe de las huestes celestiales aceptó a regañadientes y adoptó el nombre de Pigsy.
En compañía de Mono y Sandy, Pigsy viajó a la India, llevando el equipaje de Tripitaka y luchando contra los demonios por el camino. Su naturaleza lujuriosa le causó muchas vergüenzas, y cayó reza a muchas de las bromitas de Mono.
Finalmente su búsqueda se cumplió y Pigsy alcanzó la iluminación. Al llegar al Cielo Budista, fue recompensado con el título de Limpiador del Altar Sagrado. Eso suena como un trabajo muy servicial para un ex-jefe de las Huestes Celestiales, pero como explicó Buda, miles de adoradores envían ofrendas a ese altar cada día.
Así que ahora Pigsy se lleva toda la mejor cosecha y hasta su enorme apetito queda satisfecho.
Género: masculino