Ella es el opuesto perfecto de Yang. Juntos forman el famoso símbolo Yin-Yang del pensamiento taoísta.
El Yin representa todas las cualidades femeninas de la creación, al menos tal y como las entienden los taoístas. Esto incluye la Luna, la oscuridad, la debilidad, la sumisión, la modestia, la quietud, la pobreza y la enfermedad.
Esto puede sonar negativo, y de hecho lo es. El yin es el negativo de lo positivo del yang. Pero no hay un verdadero negativo, ya que ambas fuerzas son iguales y opuestas, perfectas en sus diferencias. La verdadera plenitud llega cuando abrazas el Yin y el Yang en igual medida, ya que cada uno complementa y beneficia al otro.
Si te esfuerzas por conseguir algo sin aceptar su opuesto, las cosas se desequilibran. Esto puede provocar mala salud, mala suerte y todo tipo de infelicidad espiritual. Si esto te ocurre, es probable que tu manifestación del Dao necesite ser afinada y tu Qi ajustado. Consulte a su practicante de Feng Shui más cercano.
Mientras tanto, volvamos a los Dioses. La personificación celestial del Yin es Xiwangmu.
Género: femenino