Su dominio es el barrio sur del Cielo, donde monta un tigre y preside el Orden Universal.
La leyenda cuenta que estaba tan orgulloso de haber ayudado a establecer el Cielo y la Tierra que la autoridad se le subió a la cabeza. Cuando Gonggong llegó presumiendo de magnificencia suprema fue más de lo que su ego podía soportar.
Después de muchas discusiones e insultos, los dos decidieron resolver sus diferencias a la manera de Dios. Decidieron luchar.
La batalla se extendió por todo el Cielo durante días, causando un gran alboroto. Finalmente, tanto Zhurong como Gonggong cayeron por la borda y se precipitaron a la Tierra.
Gonggong admitió su derrota y se escabulló para suicidarse, mientras que Zhurong regresó al Cielo triunfante. Nadie se mete con el Dios del Fuego.
Género: masculino