MANABOZHO Dios embaucador algonquino y ojibwe


MANABOZHO: El Gran Dios Engañador de Conejos

Es la liebre creadora y el conejo embaucador. No te atrevas a burlarte. Los dioses conejo se encuentran por todas partes en la mitología, lo que no es sorprendente, ya que los hábitos de cría de los conejos son legendarios. Véase la Liebre Africana, por ejemplo. Por no hablar de Bugs Bunny, Roger el Conejo y el bueno de Flopsy.

Manabozho (también conocido como la Gran Liebre) es un retorcido dios embaucador, que siempre se agacha y cambia de forma. Tiene una buena línea en Creación, Provisiones y Transformación, y es uno de los bichos más importantes de la mitología nativa americana.

La amalgama de los algonquinos con los esclavos asante acabó produciendo los cuentos de Brer Rabbit, y si crees que puedes ser más listo que Brer Rabbit, será mejor que vuelvas a leer los cuentos. Lee sobre sus peleas con Ictinike, por ejemplo. También debe haber ido a Gran Bretaña en algún momento para ser inmortalizado como el Dios Conejo El-Ahrairah.

Su hermano es el lobo Chibiabos, y los dos aparecen transmutados por todas partes. Véase también Glooskap y Michabo.

Los algonquinos lo tienen como uno de los cuatro hermanos divinos. Era principalmente el Sr. Buen Tipo, pero tenía problemas para aceptar la muerte. Primero se fue su madre. Luego tuvo que matar a su hermano Chakekenapok.

Luego su otro hermano Chibiabos se perdió cuando el hielo sobre el que caminaba fue derretido por los destructivos espíritus Manitú. Durante seis años, el afligido Manabozho luchó con estos espíritus y finalmente obtuvo una concesión para que su hermano se convirtiera en Protector de los Muertos.

Mientras tanto, el hermano extra Wabasso había estado codeándose con los Magos Espirituales del Norte y regresó cargado de útil información médica. Manabozho lo archivó todo en beneficio de la humanidad. Y luego se tomó un merecido descanso.

Mientras tanto, otras manifestaciones del Gran Conejo andaban por la tierra bajo el nombre de Glooskap y Michabo para mantenernos bien desconcertados. Puede ser bastante agotador perseguirlos a todos.


Género: masculino

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