Juntó el Sol (Shakuru) y la Luna (Pah) para producir un hijo, e introdujo la Estrella de la Tarde y la Estrella de la Mañana para producir una hija. Pronto todos y todo se enamoraron y, en consecuencia, se pusieron a ello como conejos. Así se hizo todo.
Todo habría sido felicidad si el Coyote no hubiera abierto uno de los sacos meteorológicos y hubiera soltado las tormentas de la muerte.
Género: masculino