Empezó su vida como un huevo llevado bajo el brazo de su hermana hasta que finalmente salió del cascarón.
Hiiaka solía hacer recados para su hermana mayor y un día fue enviada a buscar a un apuesto príncipe con fines matrimoniales. El príncipe parecía bastante dispuesto a acompañarla, pero en el viaje de vuelta sufrieron un mortal ataque demoníaco.
El príncipe, al ser mortal, seguía siendo asesinado y tenía que ser reconstituido después de cada afrenta, teniendo Hiiaka que correr de un lado a otro y atrapar su alma, que seguía convirtiéndose en mariposa, o en humo, o en perfume. Era un alma muy versátil y aprovechaba al máximo su libertad.
Mientras tanto, Pelé se inquietaba con impaciencia, y luego con celos, que finalmente estallaron cuando apareció la pareja díscola. Los inundó con lava volcánica que resultó fatal para el príncipe.
Hiiaka lo reconstituyó por última vez, y decidió que no podían seguir encontrándose así. El príncipe, habiendo experimentado a Pelé en acción, estuvo de acuerdo. Así que se dieron a la fuga porque se dieron cuenta de que el amor estaba a la vuelta de la esquina. O tal vez un poco más lejos, porque Pele nunca los encontró.
Género: femenino