Héroe muy popular con sed de combate, hay tantas historias sobre el famoso guerrero que sus leyendas deben haberle hecho ganar el máximo de puntos Blarney posibles. Como una de las figuras más geniales de la mitología irlandesa, no es de extrañar que algunos le llamen Finn McCool.
El heroico Fionn mac Cumhaill se deleita corriendo a campo traviesa en situaciones extrañas con una persistencia obstinada.
Una vez se quemó el pulgar tratando de convertir al sabio pez Salmón del Conocimiento en un asador improvisado. Cuando se chupó la ampolla resultante, se liberó una gran cantidad de conocimiento en su cabeza. Pero su sistema digestivo no pudo soportarlo y todo el conocimiento pasó a su hijo Oisn.
Con un salmón tan inteligente, es más que probable que haya escapado de vuelta al río y que la quema de Finn con una aleta haya sido una treta para ponerlo en práctica.
Fionn mac Cumhaill es conocido por haber creado la Calzada de los Gigantes en Irlanda del Norte, una asombrosa formación rocosa de columnas hexagonales a lo largo de la costa del condado de Antrim. Según la leyenda, era un poco gigante en ese momento.
La historia cuenta que un día el gigante escocés Benandonner, lo vio caminando a grandes zancadas por la playa de Irlanda. Al ver que tenía un rival, le retó a una pelea. Desafío aceptado. Después de un poco de gritos de ida y vuelta a través del océano, se acordaron los términos. Pero espera, Escocia estaba muy lejos, al otro lado del mar, y en aquella época había muy poco transporte internacional. En su lugar, Fionn mac Cumhaill se ensució las manos y construyó una gran carretera de piedra que se extendía por todo el Canal del Norte hasta Escocia.
Esa fue la parte más heroica de la historia, ya que en cuanto Fionn vio la figura amenazante de Benandonner, se dio cuenta de que su rival había estado comiendo sus gachas fortificadas. El gigante escocés era enorme en todos los lugares equivocados y totalmente formidable.
Inervado, Fionn mac Cumhaill se disfrazó rápidamente de bebé gigante. Cuando Benandonner llegó y vio a este fornido infante, asumió que era el hijo de Fionn. Bueno, con un bebé de ese tamaño, no iba a quedarse a conocer al padre.
Entre el pánico, Benandonner corrió directamente de vuelta a Escocia, demoliendo la carretera a su paso por si algún papá gigantesco decidía seguirle. Es por eso que la Calzada de los Gigantes se detiene donde lo hace, justo en el borde del Canal del Norte. Puedes ir a visitarla si quieres. Los peldaños gigantes siguen ahí. Eso demuestra que la historia es cierta.
Género: masculino