Pertenece al pueblo Siane de Papúa Nueva Guinea. O ellos le pertenecen a él. Es su Deidad Suprema de Todo, pero parece mantener un perfil bajo dirigiendo el Universo entre bastidores.
No se le venera ni se le adora, sino que se le ignora por completo. Los Siane saben que está ahí, en el fondo, y le dejan seguir adelante. Puede que haya sido el primer Dios del fondo todo en uno. Hace que la vida sea muy sencilla. Sólo un Ser al que culpar o alabar por absolutamente todo.
Género: masculino