Regula las estaciones y simboliza la Muerte y el Renacimiento en la naturaleza. De alguna manera, parece que es a regañadientes.
Todos los veranos, cuando sus poderes son más fuertes, cuando las flores florecen y las cosechas son magníficas, se desploma por el calor y muere. Su alma huye al Inframundo, donde es agradable y fresco, dejando que la vegetación del mundo se las arregle sola.
La desolación resultante causa mucha miseria, ya que las plantas se descomponen y el invierno se instala. Así que su afligida esposa Ishtar baja a las regiones inferiores para rescatarlo. Es una tarea tan complicada y ardua que siempre tarda seis meses y para cuando reaparecen, la primavera ya está programada.
Tammuz, el hijo de Ea, tuvo muchos cultos y festivales en su honor, y también se extendió por toda Mesopotamia bajo los nombres de Dumuzi y Damu.
Género: masculino