Se le conoce como el Gran Carpintero, pero es más un maestro de la madera que un constructor. De hecho, Lo-au es una figura sabia que ofrece conocimientos y consejos prácticos. Quizá su logro más célebre fue introducir la potente bebida Kava en los humanos.
Un día bajó a la Tierra para ver cómo se las arreglaban los humanos. En todos los lugares a los que fue, la gente pensó que era un rey, como mínimo. Fue agasajado y festejado con las mejores soperas de caparazón de tortuga, pero la bebida era bastante dura.
Deseando utilizar un enfoque más humilde, visitó a una pareja pobre llamada Fefafa y Fevanga que vivían en una choza con su hija Kava-onau, enferma de lepra. De nada sirvió que siguieran queriendo agasajarle con extravagancias. Era un visitante y había que darle lo mejor. El problema era que no había nada mejor. Sólo un huerto.
Sin saber qué más hacer, mataron a su pequeña hija y la cocinaron en su lugar. Enterrando su cabeza y sirviendo una deliciosa salsa esperaban hacerla pasar por pollo o algo así. Pero Lo-au estaba muy disgustado y no probó ni un solo bocado. No era sólo la lepra lo que le desanimaba. Señaló que el asesinato era algo terrible e insistió en que el pobre cadáver fuera enterrado adecuadamente.
Ahora necesitaba un trago fuerte para ayudar a sobrellevar el shock, pero no había ninguno. Esto causó aún más conmoción. Comprendiendo que era un dios y que debía remediar la situación, Lo-au bendijo el pequeño cadáver y de él surgió la planta Kava. Se trata de una especie de pimienta, cuyas raíces fermentadas hacen la bebida Kava. Es un material potente, si no totalmente tóxico, pero es muy bueno como anestésico. Asi que la hija no murio en vano, produjo una bebida que se utilizo en toda Oceania hasta el dia de hoy.
Género: masculino