El Moko original tiene una apariencia parcialmente humana y tiene descendientes humanos. Parece que holgazanea mucho y podría ser el primer lagarto de salón.
En la Isla de Pascua, cada vivienda tiene un espíritu Moko para protegerla. Los cuelgan de dos en dos en la entrada de su casa. Están tallados en piedra volcánica muy útil como garrote cuando los ladrones llaman.
Género: masculino