No sólo es una antigua deidad de las promesas sagradas, también es uno de los dioses del sol conocidos como dityas.
Se convirtió en colega de Varuna y ahora comparte la tarea de mantener la ley y la justicia. Se le invoca cuando se hacen juramentos y, con sus mil ojos (estrellas), puede detectar fácilmente a los infractores y a los mentirosos.
Su luz brilla a lo largo y ancho. En la antigua Persia (actual Irán) se convirtió en Mitra, el segundo al mando de Ahura Mazda. También fue reconstituido por los romanos en forma de culto como Mitra.
Género: masculino