La versión romana de Afrodita. Bajo los romanos tenía su propio día. Es sólo un capricho del destino que no esperemos el día de Venus cada semana. Imagina la escena: el antiguo foro romano de los dioses griegos en juego. Dos sacerdotes de túnica púrpura escudriñan los archivos...
Sacerdote 1: ¡Wow! ¿Quién es esta preciosidad? Sacerdote 2: Afrodita. Sacerdote 1: ¿Qué clase de nombre es ese para una dama con clase como esta? ¡Y tan sexy con él! Va a ser una grande. Un símbolo sexual para todos los tiempos. ¿Por qué no la llamamos Marilinus Monroeum? Sacerdote 2: No. Es más grande que una estrella en todos los lugares correctos. Pertenece a la Suite Planetaria. ¿Qué planetas nos quedan? Sacerdote 1: Bueno, ese viejo vago de Ares es ahora el bueno de Marte... Hermes fue redistribuido como Mercurio.. Hicimos que Zeus se convirtiera en Júpiter que perdonara a Cronos y le diera la nueva identidad de Saturno... Hmm, todo lo que nos queda es este planeta vaporoso llamado Venus. Sacerdote 2: ¡Venus! ¡Eso es! Tiene ese sonido tan sexy que sale de la lengua. ¡Pongan a trabajar a los escribas! Nueva Venus Sensacional Voluptuosa y Deseable. ¡Chico, tenemos algo aquí! Ella va a correr por siempre y para siempre.
Y así es como la diosa griega del amor se convirtió en el primer y único planeta femenino.
Género: femenino