Un día persiguió a un sabroso grupo de niños en el bosque. Se subieron a un árbol, pero el demonio les siguió, subiéndose a una liana.
Por suerte, un simpático loro lo royó y el demonio se estrelló contra el suelo. Las lagartijas brotaron de su cadáver roto y se escabulleron para colonizar la tierra.
Lamentablemente, los niños se convirtieron en pequeños monos. O tal vez lo disfrutaron.
Género: masculino