Según el Huarochir, Huallallo el Dios del Fuego solía comer niños presumiblemente bien asados. Estos eran sacrificados a él cuando se consideraba necesario.
Tuvo su merecido, o mejor dicho, su merecido cuando se enfrentó a Pariacaca en una gran batalla. Ahora está casi extinto... pero nunca se sabe con los volcanes, ¿verdad?
Género: masculino