Nunca le gustó ese rey irlandés que se casó con su hermana. Tal vez no debería haber mutilado su ganado, pero Brn le compensó en exceso dándole ese caldero mágico. Suerte que estaba vigilando la espalda de BrnS en el banquete de entrega porque incluso entonces el codicioso cerdo no estaba satisfecho y planeaba matar a Brn y a sus hombres.
Escondiendo a los asesinos en sacos de maíz colgados en la pared detrás de cada silla de los invitados. Sin embargo, un apretón amistoso fue todo lo que se necesitó para resolverlo. Luego un apretón menos amistoso y cada saco sólo contenía un cadáver con el cráneo aplastado.
Ese rey se buscó un gran problema cuando trató a su hermana como una esclava. Incluso Brn sabía que tenía que solucionar esto y necesitaba toda la ayuda posible. Qué batalla fue esa. Imagínate que el rey usara el caldero mágico para revivir a sus guerreros como si fueran zombis y así poder devolverles la vida aunque no pudieran hablar. Sin embargo, en la batalla las acciones hablan más que las palabras. Primero ese bebé mal nacido de Siss tenía que ir, al fuego con él.
Ahora el acto final para traer la victoria salta al caldero y lo rompe en pedazos aunque el esfuerzo sobrehumano requerido para hacerlo traerá la autodestrucción también traerá la victoria.
Género: masculino