Un Dios que creó tres nuevas deidades al deponer a su padre Anu.
El único memorable fue Teshub, que no se sentía obligado a tener ningún afecto por su padre y no podía esperar a quitárselo de encima.
Kumarbi no quería que su hijo, que era su viva imagen, tomara el control sin luchar y, con la ayuda de sus antiguos partidarios, creó un gigantesco monstruo de piedra llamado Ullikummi, que sólo podía ser llevado por Ubelluris, un Atlas de tipo hitita que se quejaba amargamente de que lo que llevaba parecía seguir creciendo.
Teshub lo intentó utilizando toda su artillería de tormentas sin ningún efecto. Luego hizo una rápida abdicación y corrió hacia Ea, que habló con Enlil, quien bajó a hablar con Ubelluris, que se quejaba del dolor de su hombro derecho. Enlil miró hacia arriba y vio un enorme par de pies de piedra. Así que corrió al taller de los dioses y seleccionó la sierra de cantero más grande que pudo encontrar y volviendo a toda prisa cortó los pies del gigante y lo derribó.
Ahí termina la historia. Aunque no se puede arrancar la última página de una tablilla de arcilla, sí que se deja caer y se pierde.
Género: masculino