La hija de Zeus y Metis estuvo a punto de no nacer después de que Gea predijera que el resultado sería la perdición, el infortunio y las ofertas de adquisición del Olimpo. Zeus, recordando cómo había derrocado a su propio padre, se puso nervioso ante la idea de tener una hija con actitud.
Con el nacimiento acercándose rápidamente, finalmente dio con un plan y se tragó a Metis justo antes del momento crucial. Pero no pasó mucho tiempo antes de que empezaran a salir de su interior extraños golpecitos y golpes. ¿Qué demonios estaba haciendo ahí dentro? Le estaba doliendo la cabeza.
Un rato de esto y el dolor comenzó a ser insoportable. Hefesto, al oír los gritos de agonía, llegó corriendo y golpeó a su padre en la cabeza con una llave olímpica.
Y de la división del cráneo de Zeus surgió su hija Atenea. Estaba completamente crecida, completamente vestida y completamente armada con armas y casco recién forjados. De eso se trataba todo el ruido.
Aunque sabia y reflexiva, Atenea no es una doncella tímida. Su mejor amiga es Nike, la diosa de la victoria, y lleva la égida, un dispositivo de aspecto llamativo para eliminar a los enemigos.
Por supuesto, es muy hábil en las artes, los oficios y las cuestiones de inteligencia. Su símbolo es el búho, y en cuestiones de sabiduría siempre tiene razón. Después de todo, ¿quién va a discutir con una Diosa de la Guerra?
Ver también Pallas.
Género: femenino